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El Ayuntamiento de Elche ha tramitado en poco más de dos semanas, hasta 51 licencias rápidas de obras, de las que 41 se corresponden propiamente a construcciones y las diez restantes a autorizaciones de segunda ocupación, que es como se denominan ahora las cédulas de habitabilidad. Así se desprende de los datos que maneja en estos momentos la Concejalía de Ordenación Urbana e Infraestructuras, desde que el pasado 25 de octubre entrara en vigor la nueva «ordenanza reguladora de la tramitación de licencias y otros medios de intervención en la actividad urbanística».

 

El edil del área, Vicente Granero, precisó que «la ordenanza pasó por el pleno de julio y, tras estar 30 días en exposición pública y no haber recibido ninguna alegación, ha entrado en vigor, con lo que, por primera vez, tenemos un documento que regula la actividad urbanística de forma clara y sistematizada, teniendo en cuenta las reformas legales autonómicas, nacionales y comunitarias».

 

La principal novedad es que se limita el control previo en favor de las inspecciones a posteriori, lo que ha dado pie a que desaparezca la distinción entre licencias de obra menor y de obra mayor, y, en su lugar, se diferencie entre licencia urbanística y declaración responsable, a lo que se suma la figura de la cédula de habitabilidad, que se sustituye por la autorización de segunda y posteriores ocupaciones.

 

Con ello, el control previo se mantendrá en las licencias urbanísticas, mientras que en el caso de las declaraciones responsables bastará con que el promotor de una obra, manifieste que cumple con los requisitos legales, y presente la solicitud y la documentación que se le requiera.

La figura de la licencia urbanística se utilizará para obras de nueva planta, ampliaciones, demoliciones, actuaciones en suelo no urbanizable de especial protección o intervenciones en edificios protegidos, fundamentalmente, así como en las autorizaciones de primera ocupación.

 

Por contra, las declaraciones responsables podrán ser utilizadas en casos en los que se haga una reforma sin ampliación. «Hasta la fecha, había situaciones que no estaban bien definidas, por lo que había reformas que podían tener una licencia de obra mayor o menor en función del criterio del técnico y del volumen del proyecto», especificó el edil. Asimismo, entrarán en las licencia exprés la construcción de invernaderos, el levantamiento de muros de fábrica y vallados, y las autorizaciones de segunda ocupación. Paralelamente, se modifica la vigencia de las licencias de segunda ocupación, que se amplían hasta los diez años, frente a los cinco de las cédulas de habitabilidad.

 

«Hasta ahora, las licencias llevaban una tramitación muy larga y un retraso importante, con casos como los de las cédulas de habitabilidad, con tiempos de espera que iban en algunos casos desde los seis meses al año, pero ahora, con las declaraciones responsables, bastará con que presenten la instancia, el justificante del pago de tasas y la documentación que se requiera; los técnicos municipales revisarán la documentación en un plazo máximo de 24 ó 48 horas, y el promotor podrá comenzar con la obra», precisó Granero. De hecho, destacó que «el ciudadano debe cumplir con la normativa y el Ayuntamiento vela por que se cumpla, pero en este caso se establece una relación de confianza que permite más agilidad en los trámites».

 

En cualquier caso, el edil de Ordenación Urbana e Infraestructuras reconoció que «todavía estamos en un periodo de adaptación, durante los primeros días hay solicitudes que se han presentado por los modelos antiguos y que se han tramitado como licencias de obras mayores o de obras menores en función de los casos, y los técnicos están más volcados en la revisión de la documentación para detectar posibles deficiencias que pueden darse porque todavía estamos empezando a aplicar esta ordenanza». Así las cosas, señaló que «estamos convencidos de que, a la vuelta de unos meses, el proceso todavía será más ágil porque la gente tendrá más claro lo que tiene que hacer».

 

El próximo paso, según avanzó Granero, es elaborar una especie de guía en la que se especifique en qué casos se necesita proyecto técnico, sobre todo pensando en aquellos casos en los que el promotor es un particular y no un profesional. «Queremos que la gente tenga claro los trámites que tiene que hacer desde el principio, y estamos convencidos de que, con estas modificaciones, el proceso será más rápido, y con más transparencia, claridad y eficiencia», concluyó el concejal.

 

Noticia extraída de eldiariodelainformacion.com del 14 de Noviembre de 2013

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